Cena-Coloquio con D. Juan Miguel Villar Mir
- On 20 febrero, 2015
David Rojo
Pocas veces se tiene al alcance compartir mesa con una per- sonalidad tan magnética como la de D. Juan Miguel Villar Mir, Dr. Ingeniero de Caminos, empresario de éxito y Ministro de Hacienda y Vicepresidente en el primer Gobierno de la Transición. Ciertamente su caso no fue el de una clara vocación, tal y como comentó, su padre le inculcó mediante el ejemplo el amor al trabajo. Con una trayectoria académica brillante de- cidió hacer lo que creyó más difícil en aquel momento, de ahí su opción por la Ingeniería de Caminos, en cuya Escuela alcanzaría tiempo después el grado de Catedrático.
Repasando la actualidad política y su reciente reunión con el Presidente de Gobierno manifestó la necesidad, no sólo de reducir el gasto público mediante una serie de podas, sino de reformas estructurales, pidiéndole al Sr. Rodríguez Zapa- tero que mientras sea cabeza de este Gobierno ejerza como tal. Sobre Mariano Rajoy destacó su gran preparación frente a la excelente capacidad comunicadora de Zapatero. Abordando el futuro de la profesión, la capacidad adquirida durante la carrera de Caminos para el razonamiento cuanti- tativo y el trabajo le hacen pensar que no faltarán posibilida- des para su ejercicio. Ahora bien, todos necesitamos seguir formándonos, “quizá el alto nivel de vida y determinadas me- didas de los gobiernos anteriores hayan contribuido a dismi- nuir la capacidad de sacrificio de nuestros jóvenes”, opinó D. Juan Miguel. “En economía no hay sectores fáciles o difíciles, sino empre- sas bien o mal administradas en un régimen de mercado”. La falta de competitividad es lo que hace que las energías renovables aun no sean una alternativa. Obviamente la realidad blanca no quedó fuera de los temas de conversación.
Candidato en las anteriores elecciones sólo el triste episodio de la impugnación del voto por correo fue lo que le apartó de la presidencia del Club. Caballero y ma- dridista hasta el final, no quiso judicializar a la entidad inter- poniendo una demanda, más contraproducente que benefi- ciosa, pues finalmente fueron los socios soberanos los que expulsaron a D. Ramón Calderón. Nuestro invitado comentó bromeando que quizá fuese ésta una intervención de la Pro- videncia, pues si durante cuatro años en los que presidió el Colegio de Caminos, Canales y Puertos no compró una sola empresa, la gran responsabilidad que habría supuesto el Real Madrid le hubiera separado aun más del mundo de los nego- cios. Amigo y defensor de la gestión de D. Florentino Pérez, sólo discrepó con éste en lo que respecta al organigrama de la entidad, abogando por la figura de un Mánager General que aunara las funciones de Entrenador y Director Deportivo. Y añadió sobre el gran capitán, Raúl González Blanco, “es todo un ejemplo de entusiasmo, sin ser un superclase, me alegro mucho por él y los éxitos que está cosechando en el Schalke 04”.
La magnífica cena -en la que también nos acompañó D. Pedro Schwartz- concluyó con un consejo a la altura del Sr. Vi- llar Mir: “en mí pesa mucho el hábito de la eficacia, quizá por la Cátedra que ocupé de Organización de Empresas. Las grandes condiciones de ésta y del éxito son tres. La primera es trabajar, trabajar y trabajar con constancia y perseveran- cia. Los niveles intelectuales son parecidos entre las perso- nas, eso es lo que os dará ventaja. La segunda es la estabili- dad emocional, es decir, la tolerancia ante los actos hostiles. Nada justifica alzar la voz, se hará lo que haga fala pero de un modo tranquilo, las personas importantes no pierden los es- tribos. La tercera condición es de tipo intelectual: ser crítico y pedir tanto para sí como para los demás. No hay que fiarse de la intuición sino de la reflexión. Con todo esto estaríamos cerca de hacerlo bien pero hace falta comunicar, sino el valor de las ideas es nulo. Si todo ello lo combinamos con la salud y la honestidad tendremos la fórmula perfecta”.
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