Alberto Cortegoso Vaamonde
La noche del 15 de noviembre fue particularmente especial pues disfrutamos de la primera Cena-Colo- quio del curso con una de las figuras más relevan- tes del panorama politológico español como es D. Amando de Miguel, quien acudió junto a su esposa. Sin lugar a dudas, nuestro invitado ha marcado un hito en la historia de la Sociología española. A lo lar- go de la noche, D. Amando nos confesó su admira- ción por Colegio desde sus tiempos de estudiante. En los diferentes momentos en los que fue requeri- do por los colegiales nos ofreció su personal punto de vista acerca de las principales cuestiones que están marcando la actualidad. Preguntado acerca de la crisis económica, no dudó en señalar que “en esencia, la crisis económica no deja de ser la punta de lanza de una evidente crisis de valores. Las con- ductas que, como hemos podido ver, han llevado a cabo numerosos banqueros y especuladores en estos últimos tiempos, y que nos han llevado a lo que nos han llevado, serían impensables en un con- texto de rectitud moral y de respeto por los valores”. Del mismo modo, no quiso desaprovechar la oca- sión para analizar la situación política que atraviesa España, a la que se refirió en tono poco esperanza- dor. En este sentido, declinó hacer cualquier tipo de cábala acerca del futuro de la política estatal. Tampoco obvió D. Amando la situación internacio- nal. Nuestro invitado criticó duramente el descrédi- to que sufren en la comunidad mundial las organi- zaciones supranacionales “como es el caso de las Naciones Unidas”, que, desde su percepción, no están desarrollando de forma adecuada las funcio- nes para las que fueron creadas. Así mismo, quiso manifestar su preocupación por el nivel de censura informativa que ejercen en la actualidad los Gobier- nos sobre los medios de comunicación públicos en este país, que a su juicio no deberían existir pues “los medios han de favorecer la creación de una opinión pública libre en un Estado democrático. No cabe en la cabeza de nadie que sea el Estado el que asuma esta labor; en Estados Unidos sería im- pensable”. La noche se cerró, como es ya habitual, con la tra- dicional foto de familia en la que estaban presentes D. Amando y el resto de asistentes. Sólo resta agra- decer a nuestro invitado su presencia, hecho que esperamos se repita en un futuro.